Una Parroquia para todos
La Parroquia Santa María Magdalena de Ciempozuelos es una comunidad viva y acogedora, donde los carismas de la Iglesia están representados con gran diversidad.




Una gran Familia
Aquí, cada fiel encuentra su lugar para crecer en la fe, participar activamente y compartir la alegría del Evangelio. A través de la liturgia, la formación, la caridad y la misión, nuestra parroquia es un espacio de encuentro con Cristo y con los hermanos, reflejando la riqueza y la unidad del Pueblo de Dios. ¡Ven y forma parte de esta gran familia parroquial!
Emaus
Encuentro espiritual para renovar la fe y fortalecer la relación con Dios.
Cursillos
Experiencia intensa para descubrir y avivar la fe en comunidad.
Proyecto Amor Conyugal
Formación para matrimonios basada en la teología del cuerpo de san Juan Pablo II.
Camino Neocatecumenal
Itinerario de fe para la madurez cristiana, vivido en pequeñas comunidades.
Hermandades
Expresión de devoción, tradición y servicio que enriquece la vida parroquial.
Grupo de Jóvenes
Espacio de formación, amistad y crecimiento en la fe para jóvenes y adolescentes.
Cáritas Parroquial
Acción social de la Iglesia para ayudar a los más necesitados con dignidad y amor.
Vida Ascendente
Grupo de fe, acompañamiento y evangelización dirigido a mayores y jubilados.
Equipo de Limpieza
Voluntarios que cuidan y mantienen limpia la parroquia como servicio a Dios.
Servicio de Liturgia
Acólitos y monaguillos que acompañan sirviendo en las celebraciones litúrgicas.
Grupo Velad y Orad
Comunidad orante que adora al Santísimo, especialmente los jueves.
Visitadores de Enfermos
Acompañamiento espiritual y humano a ancianos y enfermos de la comunidad.

Conoce nuestra historia.
Nuestra parroquia tiene una rica historia. Conócenos un poco más.
Ayúdanos a Ayudar
Necesitamos tu ayuda para continuar nuestra labor.

Nuestros sacerdotes

Israel
«Llevamos este tesoro en vasijas de barro, para que se vea que esta fuerza sublime proviene de Dios y no de nosotros» (2 Cor 4, 7). La mayor riqueza del cristiano no es su fuerza, sino la gracia de Dios que actúa en su fragilidad.

Álvaro
«Señor, Tú lo sabes todo, Tú sabes que te quiero» (Jn 21, 17). No hay mayor alegría que entregar la vida por los hermanos, hablándoles del Corazón a su corazón.

Mateo
«No temas, que te he redimido, te he llamado por tu nombre, tú eres mío» (Is 43,1). En Él encontramos nuestra identidad: en su Corazón somos amados siempre.

“Somos comunidad de hermanos y hermanas de Jesús, hijos e hijas del mismo Padre. Amigos, quisiera ser claro con ustedes, que son alérgicos a la falsedad y a las palabras vacías: en la Iglesia hay espacio para todos, para todos. En la Iglesia ninguno sobra, ningún está a más, hay espacio para todos. Así como somos. Todos.”
Papa Francisco, JMJ de Lisboa.